DRONES: UN TERRENO EN EL QUE AÚN QUEDA POR INNOVAR | ITE. Integración Tecnológica Empresarial
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Autor: Oven Martín Acedo, CEO de Integración Tecnológica Empresarial (ITE)    

Desde que se popularizaron, los drones han evolucionado mucho y lo han hecho tan rápido que se han convertido en una tecnología de uso marítimo y terrestre, pasando a ser una herramienta con gran potencial de utilización en diversos ámbitos. ¿El motivo? La respuesta es fácil: los drones están diseñados para superar diferentes tipos de obstáculos y desplazarse rápidamente sobre terrenos irregulares o accidentados proporcionando imágenes o capturando otro tipo de datos a vista de pájaro.

Su utilización ha saltado del ámbito militar al mundo civil y su valor actual del mercado se sitúa en más de 22.000 millones de euros, una cifra que se estima siga creciendo hasta los 35.000 millones de euros en 2026.

Estos vehículos aéreos no tripulados o pilotados por control remoto se han transformado hasta convertirse en lo que hoy conocemos por un dron: instrumentos cada vez más fiables, sofisticados y con mayores aplicaciones prácticas. Recurrir a ellos como instrumento de monitorización, vigilancia, seguridad, y por supuesto de defensa, sigue siendo su principal finalidad y para lo que fueron pensados  inicialmente.

Sin embargo, no todos los drones se usan con fines legítimos. Un ejemplo lo encontramos en el ciberespionaje o en su utilización para perpetrar ataques a infraestructuras críticas, traficar con drogas, o combatir en guerras tal y como está ocurriendo en Ucrania. Es evidente que el uso con fines maliciosos de los drones no se limita al entorno cibernético, sino que también se extiende al mundo real. Afortunadamente, la innovación en TI sigue dando sus frutos y ya encontramos desarrollos en el mercado que permiten luchar contra estos usos maliciosos.

Algunas de estas soluciones antidron hacen referencia a tecnologías tanto activas como pasivas que facilitan la inhabilitación de la frecuencia a la que funcionan los drones para neutralizarlos, ayudando a detectar, rastrear e interrumpir y destruir a aquellos drones que no están autorizados para utilizarse o volar en un determinado espacio aéreo, por ejemplo.

Nuevas oportunidades de negocio

Pero la industria de los drones abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio y desarrollo gracias a la innovación. Tal es así, que en ITE hemos participado activamente en un proyecto académico con estudiantes de FP para probar drones propulsados por hidrógeno. El éxito ha sido rotundo, logrando una autonomía de vuelo superior a las dos horas. Además, se ha trabajado para familiarizar a los alumnos con tecnologías de impresión 3D para la fabricación de piezas y repuestos, y se han desarrollado comunicaciones con el dron con tecnología 5G.

Solo si continuamos investigando e innovando podremos descubrir nuevas utilidades y posibilidades para estos dispositivos que permitirán añadir una nueva revolución a los negocios.

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